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ROMANCE AL PRIMER SYMPOSIUM DE SANIDAD VEGETAL. Carlos Cía González.

Un artículo de interés para agradecer a todos aquellos que iniciaron con ilusión y empeño un evento importante para Sevilla, Andalucía, España y el sector de los fitosanitarios a nivel mundial, cuyo germen nació de la mente prodigiosa de Luis Carlos Cía González, que creó este 1er. Symposium, siendo Presidente del Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Andalucía Occidental Andrés Arambarri Cázalis y Secretario y Presidente del  Symposium de Agroquímicos (ahora Symposium de Sanidad Vegetal) Luis Carlos Cía González. El Gigante Egoísta. 

 
 

ROMANCE AL PRIMER SYMPOSIUM DE SANIDAD VEGETAL. Luis Carlos Cía González.

Hace año medio y un día,
en la Sede Colegial,
Colegio de Andalucía 
de la parte occidental,
nació una idea feliz, 
una idea original
que se me ocurrió de pronto
añorando el memorial
de mi vida en plaguicidas:
organizar un Congreso,
un Symposium Nacional,
dedicado a los "venenos".
 
La idea se acepta ligera,
y se comienza el trabajo
sin dilatar más la espera.
¡iba a durar más de un año!.
Una Junta de Gobierno,
Una Asamblea General,
y todos quedan conformes
con la responsabilidad
que ataca la Junta en Pleno.
Lo primero es lo primero
y una asamblea es necesario
para el cartel del Congreso
y como todos queremos 
hacerlo bien, incluso
ese tema del emblema
se resuelve por concurso.
 
Diecisiete son las obras
que al Colegio se presentan,
y un dibujo es escogido
por votaciones secretas.
Mejor dicho, fueron dos
pues de uno fue su sol
y de otro su probeta.
Se abrió el sobre con el nombre,
y se comprueba en la casa
que es dibujante es moroso
que hace un año que no paga.
 
La Casa del Labrador
que es la que pone la pasta,
deja a la Junta el arreglo
que se consigue muy pronto,
pagándole al cartelista
por componer el dibujo
el retraso de su cuenta,
que era una cuenta de bulto.
Así y solo así se pudo
hacer entrega del premio.
 
Ya teníamos cartel,
o por lo menos dibujo.
Y mientras esto iba pasando,
otro hecho se produjo:
el comité de trabajo
que el Colegio dispuso,
Pedro Tierno y Sequeiros,
Martínez, Andrés y Esteban,
Rafael Martínez Marco,
Carlos Cía y Valenzuela,
Julio López y Dorrego, 
que con Benito no pega.
 
Hombre que viene de lejos,
se llama Garrido Reyes
y en la su mano derecha
cuadrada caja de cuero
que le llaman maletín.
Lleva gran agenda dentro
donde apunta compromisos
seis meses de tiempo.
También Ramón Aguilar
forma parte del cortejo
del comité de trabajo
que forma nuestro Colegio.
 
Este empieza a trabajar
y su primer autoría 
fue crear para el Congreso
puesto de Secretaría.
Yo nombré a Antonia Campos
con decisión y energía,
y de ella claro está,
porque yo no las tenía.
Y a lo largo del proceso
siempre las demostraría.
 
Se visita al Consejero
y se le da la noticia,
pues queremos que la Junta
patrocine la primicia.
¿Y cómo se va a llamar?
Cuatro días reunidos
discutiendo el nombrecito
al que se puso por fin
Symposium de Agroquímicos.
 
A Madrid se nos fué Andrés
con dos bocetos distintos
para encargar el cartel
y...no sabemos que dijo
que lo hicieron del revés.
aunque lo más importante
es que lo hicieran ¡pardiez!
 
Y seguimos trabajando
con acierto y rapidez
dividiéndose el trabajo
entre cuatro Comités.
Uno entiende de dineros,
otro de organización,
un tercero de banqueros
de pública relación,
y el técnico, que se ocupa
de rellenar con tesón
las ponencias, los ponentes,
el que vale y el que no.
 
Fueron pasando los días
y así el verano llegó.
La actividad del Symposium
el estío la paró
y cuando llegó septiembre
con nueva fuerza y vigor,
recomenzamos la lucha,
sigue la organización
de los que formaron antes
de trabajo el Comité.
 
Se forman los cuatro nuevos
en los que entran también
Plaza Sánchez por la Junta,
Alvarado Cordobés,
Paco Montes y Navarro
de nombre Pepe, José,
y para que nadie nos falte
para que estuviera entero
tuvimos el gran detalle
de nombrar a Caballero.
Cáceres también se integra,
Nuñez viene por Jerez,
y si alguno se me olvida
es que no me acuerdo de él.
 
Comienza el mes de diciembre
y todo viene a la vez,
la imprenta que no termina,
las inscripciones no llegan,
las ponencias se retrasan,
los ponentes no confirman
el día de su llegada.
El dinero se termina
y los bancos, por su parte,
no nos ayudan en nada.
Y van pasando los días,
también pasan las semanas,
y la pregunta diaria
¿Se han recibido más cartas?
Van veintitrés, dice Antonia,
y estamos ya a fin de año,
la situación nos preocupa
pero no nos baja el ánimo.
Y así, con el mismo sino,
comienza el ochenta y cuatro.
 
Pedro ¿la cena del jueves?
Pedro ¿de qué color van a ser
las tarjetas de asistentes?
Está previsto, contesta
a preguntas insistentes,
mañana por la mañana
lo entregan seguramente.
 
Manuel Fernández Floranes,
concejal municipal,
a Pedro Tierno recibe
¡Nunca lo hicieras, chaval!
Pedro le saca el convite
y también la recepción,
que nos da el Ayuntamiento
antes de ir al Casino
que fue de la Exposición.
También obtiene permiso
para poder colocar
tres centenas de carteles
que anuncian en la ciudad
la celebración prevista.
 
Ya no existe citación
porque no nos separamos,
y cada vez que podemos
pasamos a preguntarnos
¿Dime Antonia? ¿Cuántos van?
Hoy se han recibido dos
con ellos van treinta y cuatro.
Empezamos a sudar 
y dos kilos de tabaco
se queman en el lugar.
 
La Diputación por fin.
decide hacer el programa
y cuando lo mete en imprenta
se les estropea la máquina.
El infarto nos ronda a todos,
y...otro banco que se niega,
dice Andrés con malos modos,
a darnos la subvención,
aunque sea poca cosilla,
que lo que buscan los bancos,
cuando voy y me presento,
Al Marqués de la Motilla
administrarle el dinero.
¿Y las carpetas? ¿están?
Dicen que sí, que mañana,
Pero si dicen lo mismo
que hace ya tres semanas.
 
Comenzando el mes de enero
Miguel Manaute nos llama
para que, almorzando juntos,
le digamos el programa
y Antonio Gámiz, que asiste,
pregunta por las ponencias
¿Cómo es la portada, Pedro?
y Pedro dice que es negra
y Gámiz dice apenado
que ese color no le gusta,
que pensemos con cuidado
el color de la cubierta.
Gámiz no tiene ni idea
lo que es intentar cambiar
lo que tiene en la cabeza,
convencido, Pedro Tierno.
¡Las pastas salieron negras!
Pero eso sí, sin las letras
que decían los de la Junta,
aunque después las pusieron
porque si no no las pagan.
 
Y llega el día diecisiete
y la gente se dispara
y se apuntan al Symposium
hasta la gente de plagas.
Del programa día a día
reunión preparatoria,
Jefes de días serían
los que firmaran las notas.
Y empieza el día dieciocho
y la gente se amontona
todos quieren apuntarse
como siempre, a última hora,
y pasan de cuatrocientos
los que pagando se abonan,
y superan los quinientos
con los que vienen de gorra.
y va a comenzar el acto,
el de la inauguración,
y a Carlos le toca un rato
lleno de preocupación,
y lo salva con un barco
cargado de no sé qué,
que a Manaute, que lo escucha,
le produce una extranéz
que piensa por un momento
que lo que está inaugurando
fuera lo que no es.
 
Empieza lento el discurso, 
viene la televisión,
y ya está, en cuatro minutos,
se inaugura la función
que un año y medio ha costado
a nuestra organización.
 
Ponencias, mesas redondas,
secretarios, azafatas,
todo el mundo cumple bien
el horario a rajatabla.
Por la noche novedad,
nos enseñan el Alcázar, el Casino
que son dos preciosos sitios
y además una sorpresa,
pues conocimos a Emilio.
 
Rafael, sesión abierta
y tú vas de secretario.
Y Rafael, las dos manos
abrazando a su chaleco
las sube y baja diez veces
y después coge el pañuelo
y se refriega la frente
y a las gafas da una soba
de esas de no te menees.
Al fin y al cabo, día veinte
y en el hotel Alfonso XIII
respirando ya tranquilo
y recordando las veces 
que la duda había venido
y conociendo el coraje
que siempre habíamos tenido
empezamos a pensar
en próximo sacrificio.
 
En el año ochenta y seis
no sé si seréis los mismos,
pero vuestro Presidente
así lo pide al destino,
y brindar hoy todos juntos
con la copa que yo brindo,
y decir, gracias a todos,
y hasta otro compromiso.
 
Luis Carlos Cía González
Presidente del Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas 
de Andalucía Occidental. Año 1984.