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DE ESTUPIDEZ EN ESTUPIDEZ. José Elías Bonells.

DE ESTUPIDEZ EN ESTUPIDEZ

No acabamos de sorprendernos. En cada paseo, contemplamos, no sin indignación, una nueva fechoría contra el arbolado de la ciudad. Si ayer fue la tala de los chopos del Paseo Rey Juan Carlos I, sentenciados por un informe técnico  (habría que ver el informe y publicarlos en la página web del ayuntamiento, Servicio de Parques y Jardines) y hoy vemos el refaldado de los fresnos del mismo paseo en la alineación al lado del rio, con heridas que sobrepasan los 10 cm. de diámetro en una actuación estúpida, ya que no estorban a nadie y pueden vivir libremente sin ocasionar molestias. Un saneamiento de vez en cuando para eliminar algunas ramas secas o mal dirigidas es suficiente.

Antes habíamos contemplado con estupor las actuaciones de las contratas en la poda de la Ronda de Capuchinos, un verdadero ejemplo de lo que no se debe hacer a los arboles, seguimos con las indiscriminadas podas de los naranjos convirtiéndolos en “PIRULIS“, recortándolos, aún con las flores de azahar, en distintos puntos de la ciudad.

Otros árboles jóvenes recién plantados precisan de podas de formación de su estructura natural evitando daños posteriores al tener que cortar ramas de mayores diámetros en podas más escandalosas. Pero podas realizadas por profesionales con conocimiento de las especies sobre las que actúan.

Creo que la Plataforma de los Parques y Jardines y el paisaje debería levantar la voz para denunciar estas estupideces en las que los arboles de la ciudad son los principales perjudicados.

Con la sensibilidad y los versos de nuestro poeta Manuel Martínez Carrasco que tantas veces hemos utilizado para la defensa del arbolado de nuestra ciudad, deberíamos, y lo siento por Adolfo Fernández Palomares, sentar los criterios de una gestión del arbolado eficaz, sin que los técnicos acusen a las contratas, ni estas a los técnicos. Y para cortar esta hemorragia de estupideces que se realizan actualmente en el arbolado, seres vivos que reclaman como escribía nuestro poeta Socio de Honor de la Asociación Amigos de los Jardines de la Oliva.

Yo soy tu amigo y te digo:

Por favor, no me hagas daño;

Más si es necesario, sea,

Pero sólo el necesario.